En Costers del Sió estamos siempre pendientes del cuidado de las viñas ya que de este cuidado depende totalmente la producción y la calidad de la uva y por tanto de nuestros vinos.
Sabemos que las variedades Syrah y Garnacha adaptan perfectamente a nuestro terruño o terroir (*) y, por este motivo, estos días hemos estado injertando viñedos de la variedad Merlot con esquejes de la variedad Syrah.
El proceso del injerto es todo un arte de trabajo muy cuidadoso y artesano que se hace manualmente vid a vid. Hoy te explicamos el proceso con el objetivo de acercarte a nuestras viñas y que conozcas un poco más los trabajos que vamos realizando antes de que puedas saborear nuestros vinos de finca.
¿Qué es un injerto?
El injerto asocia los dos trozos de planta y forma una planta completa unida por un tejido de soldadura que permite circular la savia desde la raíz (formada en el portainjertos) hasta la parte aérea (tronco, ramas y hojas). Hay diferentes tipos de injertos, pero nosotros usamos el injerto de escudete o de escudo. Los injertos se realizan siempre en primavera, en pleno movimiento de la savia.
Como hacemos el injerto de escudete en nuestros viñedos
Realizamos el injerto de escudete de la siguiente manera:
1. Con el cuchillo sacamos la corteza de la cepa en la zona donde debe ir el injerto, hacia la parte inferior del tronco.
2. Con el cuchillo de injertar se hace un corte en forma de T en la corteza de la cepa patrón (la cepa plantada).
3. Con la ayuda del cuchillo de injertar, abrimos ambos lados del corte vertical hecho en la cepa patrón.
4. Se coge la rama de la variedad de uva a injertar (en nuestro caso Syrah) y se corta la base en forma de escudo procurando que quede en la parte ancha superior una buena gema u ojo con el peciolo de una hoja.
5. Utilizando el cuchillo, se pule el escudo evitando tocar con el cuchillo la parte interna de la gema. Esta parte interna jugosa es la savia que se unirá con la savia de la cepa patrón.
6. Luego se coge el esqueje por peciolo (para evitar tocar la parte interna) y se introduce con delicadeza dentro del corte en forma de T que previamente habíamos hecho en la cepa patrón y procurando que la parte superior del escudo esté en contacto con el corte de la cepa.
7. Finalmente, se asegura el injerto con una cinta y nos tocará esperar unos días. En caso de que haya funcionado, al tocarlo se despegará con mucha facilidad dejando a la vista una herida bien verde. En caso contrario, veremos que el peciolo se ha secado.
Finalmente, así queda la vid una vez injertada:
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¡Hasta la próxima!
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(*) Terruño o terroir: concepto que denomina la interacción de factores como clima, suelo, orientación, variedad y viticultor, que dan personalidad al vino.
